jueves, 29 de agosto de 2019

Elección Incondicional, por R.C. Sproul






Transcripción de la charla:



"Ulises S. Grant, quien fue el jefe de las fuerzas de la Unión durante la guerra civil norteamericana y que luego fue el presidente de los Estados Unidos, recibió un apodo durante su carrera militar por sus iniciales U. S. en inglés Unconditional Surrender (Rendición Incondicional) porque cuando vencía al enemigo no permitía una paz negociada que implicara acceder a ciertas condiciones.
Y así tenemos este concepto de lo que es incondicional y que en el acróstico TULIP es la U para elección incondicional en inglés. Este es otro de esos términos que considero que puede ser un poco confuso y prefiero simplemente usar el término elección soberana, pero esto desbarataría las siglas TULIP en inglés y no sólo sería RULIP sino que ahora sería RSLIP y eso no rima en inglés.
¿De qué estamos hablando cuando utilizamos el término elección incondicional? Esto no quiere decir que Dios va a salvar a la gente, sin importar que vengan o no vengan a la fe. Hay condiciones que Dios decreta para la salvación siendo una de ellas poner nuestra confianza personal en Cristo.
Pero esa es una condición para la justificación y la doctrina de la elección es otra cosa. Está relacionada a la doctrina de la justificación, pero cuando hablamos de la elección incondicional estamos hablando, en un margen muy estrecho, de la doctrina de la elección misma. La pregunta a este punto se convierte entonces en: ¿Sobre qué base Dios escoge o elige salvar a ciertas personas? ¿Es en base a alguna reacción prevista, respuesta, o actividad de los elegidos? Es decir, muchas personas que tienen una doctrina de la elección o predestinación lo ven de esta manera: Que desde toda la eternidad Dios nos mira a través de todos los tiempos y sabe de antemano quien va a decir sí a la oferta del Evangelio y quién va a decir no.
Y en base a este conocimiento previo, aquellos quienes Él sabe que cumplirán con la condición para la salvación, es decir, de expresar la fe o creer en Cristo, sabiendo que hay quienes cumplirán con esa condición, es en base a eso que luego los elije para salvarlos.
Así que elección condicional significa que la gracia electiva de Dios es distribuida por Dios en base a alguna condición previa que los seres humanos ejercen por sí mismos. Mientras que en la idea reformada se llama elección incondicional es decir que no hay una acción previa o condición cumplida por nosotros, que induzca a Dios para decidirse a salvarnos, sino que la elección se basa en la decisión soberana de Dios para salvar a quien Él se complace salvar.
Ahora nos dirigimos a la carta de Pablo a los Romanos en el capítulo nueve donde encontramos una discusión de este difícil concepto. En Romanos 9 a partir del versículo 10, leemos esto: «Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor Como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí.»
Aquí en el capítulo 9 el apóstol Pablo está dando su exposición sobre la doctrina de la elección. Él había tratado esto extensamente en el capítulo 8 y ahora está ilustrando su enseñanza acerca de la doctrina de la elección, regresando al pasado del pueblo judío y mirando en las circunstancias que rodearon el nacimiento de los gemelos – Jacob y Esaú. En el mundo antiguo era costumbre que el hijo que nace primero recibiría la herencia o la bendición patriarcal.
Pero en el caso de estos gemelos Dios invierte el proceso y da la bendición no al mayor, sino al menor. Y el punto que el apóstol explica aquí, es que esta decisión no es en base a algo que hubieran hecho o de algo que ellos harían. El punto es que la decisión no solo se hace antes de su nacimiento, lo que es evidentemente obvio, sino que lo que Pablo detalla aquí no es en base a lo que hagan bien o mal, sino que Pablo usa esta ilustración para mostrar que los propósitos de Dios prevalecen.
De modo que esto no depende de nosotros, sino que sólo se basa en la decisión soberana de la gracia de Dios. Ahora, en el versículo 14, leemos estas palabras: «¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera.» Y otras traducciones dicen, «Dios no lo quiera». Y otras: «Por supuesto que no.» Ahora me parece fascinante que Pablo plantea esta pregunta retórica, inmediatamente después de exponer su metáfora del nacimiento de Jacob y Esaú y la preferencia de Dios por uno antes que el otro, sin considerar sus obras. Recuerdo cuando estudiaba en el seminario que luchaba profundamente con la doctrina de la elección como la mayoría de los estudiantes lo hacen, simplemente había algo que no me encajaba del todo. No sonaba bien pensar que Dios dispensa su gracia salvífica a unos y que a otros no y que la razón para otorgar salvación a unos y no a otros, no depende de nosotros, sino solo en la determinante gracia de Dios. Eso me molestaba. Porque mi respuesta inicial era que eso no me parecía ser justo. Pensé, ¿Cómo puede ser justo que Dios escoja salvar unos y no a otros? Luego entendí que nadie merecía la salvación en primer lugar.
Y sé que, si Dios dejase que todo el género humano pereciera, Él sería perfectamente justo al hacerlo. También comprendí, entonces, que la única forma en que alguna vez podía ser salvo era, de alguna manera, por la gracia de Dios.
Pero, ciertamente, no creía que esto descansara en gran medida en la gracia de Dios, y pensé ¿Por qué Dios daría su gracia a algunas personas en una medida mayor a la que le daría a otras? Simplemente, a mí no me parecía justo. Y mientras luchaba con esto y leía a Edwards y a otros teólogos de la Reforma todavía no estaba muy convencido, y vi una pequeña tarjeta que tenía en mi escritorio del seminario que decía: «Tú estás obligado a creer y predicar lo que la Biblia dice que es verdad, no lo que tú quieres que ella diga que es verdad.»
Y eso puso algunas reservas en mí porque había leído este pasaje de mil maneras, y sabía que había gente que decía, Pablo no está hablando realmente de la elección de individuos aquí; él está hablando de los beneficios de la salvación que eran dados a los judíos en vez de a los árabes. Y se refiere a naciones que son elegidas, no individuos. Eso no me convenció ni por cinco minutos, porque incluso si estuviera hablando de naciones, él lo ilustra con los individuos que están a la cabeza de esa nación, así que no importa cómo lo mires, todavía estás aquí luchando con el hecho de que una persona recibe bendición de Dios y otra persona no, y eso está basado, en última instancia, en la buena voluntad de Dios mismo, y aun así no parece correcto.
Ahora bien, he escrito muchos libros y enseñado varias clases y sé que cuando establezco un enunciado, que lo he usado con bastante frecuencia suficiente como para tener la practica necesaria para casi anticipar, quizá no casi, sino que anticipar por completo a las objeciones o las preguntas que la gente inmediatamente va a hacer a un determinado enunciado.
A estas alturas, uno de los pocos puntos con los que me identifico con el apóstol Pablo como maestro está aquí, porque cuando él exponía esta doctrina él anticipaba una respuesta o una pregunta. Tan pronto él habla de la gracia soberana que fue dada a Jacob por encima de Esaú, él se detiene y dice: «¿Qué diremos? ¿hay injusticia en Dios?»
Ahora bien, una de las cosas que me persuadieron a creer que los reformadores tenían razón con respecto a la elección fue contemplar esa pregunta, porque yo pensaba así: pensé que si Pablo trataba de enseñar un punto de vista semi-pelagiano o arminiano de la elección por el cual, a fin de cuentas, la elección de una persona se basaba en que esa persona cumpla algún tipo de condición, para que a las finales dependa de ti, y de lo que tú hayas hecho y de lo que esta otra no haya hecho. ¿Quién formularía objeción alguna acerca de lo que es ser injusto? ¿Quién podría formular una objeción sobre ese ser, que implique una injusticia en Dios? Eso pareciera ser claramente justo.
Y estoy seguro de que las personas que enseñan Arminianismo o semi-pelagianismo y formulan sus puntos de vista de este tema, tienen algunas preguntas que surgen cada vez que ellos tienen que responder, y tienen que contestar tal como todos los demás, pero me pregunto ¿Con qué frecuencia protestan contra sus enseñanzas diciendo: esto no es justo? Dudo que lo hayan oído alguna vez.
O esperen un minuto, esto significa que Dios es injusto, pero el apóstol se anticipa a esa respuesta. ¿Y cuál es la enseñanza que genera esa respuesta? Es la enseñanza de que la elección es incondicional.
Es cuando enseñas que la elección recae, en última instancia, solo en la voluntad soberana de Dios y no en los hechos o acciones de los seres humanos en quienes surge la protesta. Y así es como Pablo se anticipa a la protesta, «¿Hay injusticia en Dios?» Y él contesta con la respuesta más contundente que se pueda dar en el idioma, me quedo con la traducción: «Dios no lo quiera.»
Luego él sigue y lo aclara: «Pues a Moisés dice: «tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.» Aquí el apóstol le recuerda a la gente lo que Moisés ha venido declarando desde siglos atrás; esto es, que es el derecho divino de Dios ejecutar clemencia ejecutiva cuándo y dónde Él así lo desee.
Él dice desde el principio «Yo tendré misericordia del que yo tenga misericordia». No de aquellos que cumplan con mis condiciones, sino de aquellos en los que me place otorgar el beneficio. Ahora, quisiera hacer un gráfico en la pizarra con trazos muy simples que representen personas y estas a su vez representen a las masas de la raza humana, y voy a poner seis equis en el borde, y voy a poner un círculo alrededor de tres de ellos y otro círculo alrededor de los otros tres.
Y, digamos que un círculo representa a las personas que reciben este don inefable de la gracia divina en la elección y el otro círculo representa aquellos que no lo reciben. Y hagamos la pregunta: si Dios elige soberanamente conceder su gracia en algunos pecadores y retener su gracia de otros pecadores ¿Hay alguna violación de la justicia en esto? Si nos fijamos en los que no reciben este regalo. ¿Reciben algo que ellos no se merecen? Por supuesto que no. Si Dios deja que estos pecadores perezcan, ¿Los está tratando injustamente? Por supuesto que no. Un grupo recibe gracia; el otro recibe la justicia. Nadie recibe injusticia.
Y Dios, así como un gobernador de estado, puede permitir que ciertos criminales culpables reciban la medida completa de su pena impuesta, pero el gobernador también tiene el derecho de perdonar, de dar clemencia ejecutiva si lo declara.
Así que la persona que recibe el indulto recibe misericordia; los otros. y si el gobernador reduce la condena de una persona, ¿Significa que está obligado a hacerlo con los demás? ¿Bajo qué regla de justicia? ¿Bajo qué regla debería ser así? Bajo ninguna. Pablo estaba diciendo que no había injusticia en esto porque Esaú no merecía la bendición en primer lugar, y no recibe la bendición.
Dios no ha sido injusto con Esaú. Bueno, Jacob no merecía la bendición tampoco, y él sí recibe la bendición. Jacob recibe la bendición; Esaú recibe la justicia. Y luego, en ningún momento se ha cometido una injusticia. Pero ¿a qué se debe? ¿Cuál es el propósito de esto? Bueno Pablo luego en el versículo 16, y este es un versículo muy importante en Romanos 9. Empieza con esta palabra: «Así que». Es más, o menos como la frase «por lo tanto». Él está llegando a una conclusión. Y dice: «Así que, (entonces) no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.»
Ahora usted podría pensar que cuando Pablo habla tan enfática y claramente como lo hace aquí, cuando declara que no depende de quién quiere ni del que corre, se podría pensar que eso finaliza todos los debates y todas las discusiones y todas las teorías y todas las doctrinas que, al final del camino, hacen que la elección sea condicional a aquel que quiere.
Pero Pablo aniquila la voluntad humana como base para la elección soberana de Dios. La única base que puedo encontrar, según las Escrituras, es que, sí, la salvación se basa en la voluntad. Y sí, se basa en la libre elección. Ahora estoy confundiendo a todo el mundo.
Pero se basa en la voluntad y la libre elección de un Dios soberano que elige. Pablo enseña en otro libro de la Biblia, según el puro afecto de su voluntad. Ahora, si usted me pregunta por qué estoy en la fe y soy parte del reino de Dios y mis amigos no, sólo puedo decirles que no lo sé, pero lo que sí sé: Es que no se trata de algo que hice para merecerlo; no es una condición que logré en mi carne. La única respuesta que puedo dar es que fue por gracia de Dios.
Y me pueden preguntar ¿Por qué me da esa gracia a mí y no a otra persona? Y si empiezo a dar una respuesta que sugiera que fue porque Dios percibió algo bueno en mí, entonces ya no estaría hablando de gracia. Estaría hablando de alguna cosa buena que hice y que fue la base para que Dios me eligiera. Pero yo no tengo nada como eso para ofrecer.
Si hay algo que la Biblia enseña una y otra y otra vez, es que la salvación es del Señor. Y esto, sí, está en el corazón de la Teología Reformada, no porque estemos interesados en asuntos abstractos de la predestinación soberana y que solo disfrutamos del placer intelectual que la especulación sobre esta doctrina produce, sino más bien el punto central en esta teología, como lo fue en la T de depravación total, volviendo a Agustín, es en la gracia la que afirma que se quite todo mérito de mí, toda dependencia de mi justicia para mi salvación y pone el foco en donde pertenece, en la misericordia inefable y la gracia de Dios, quien tiene el derecho eterno y soberano a tener misericordia de quien tenga misericordia; por lo que, no es del que quiere, sino de la voluntad divina, no del que corre, sino de Dios.
Ahí es donde se encuentra el peso en la doctrina reformada de la elección."

https://es.ligonier.org/RTM/eleccion-incondicional/?fbclid=IwAR0FnIUIRCm06e172nFB6AMwhhUBq5knHA1X8vrpX3EpNaqcbRtSllcpM68

jueves, 23 de mayo de 2019

Nuestra Lucha no es contra carne ni sangre

Cada día en nuestro país percibimos grandes injusticias de mano de aquellos que deberían proteger a la sociedad, a la nación. Jueces corruptos emiten sentencias cada día en las que se ven absolver y ensalzar a los culpables y condenar inocentes. Vemos con desconcierto cómo emiten decisiones contra nuestra nación, siendo la nación colombiana víctima del terrorismo por décadas, las víctimas de terribles carniceros ahora son perseguidas, amenazadas e ignoradas pero los victimarios son tenidos por honorables. 

Ante tanta ignominia la Palabra de Dios nos revela que nuestra lucha no es contra “carne ni sangre“; es decir, que no es contra esas personas que profieren juicios injustos, sino contra entidades superiores, invisibles, enemigos de Dios, frente a lo cual, nuestro Señor nos manda a orar con toda la fe, ferviente y constantemente:

"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.


Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos"

martes, 21 de mayo de 2019

El Padre Amoroso

Ésta hermosa historia de Jesús nos constriñe en humildad al ver el amor de nuestro Padre Eterno:

"También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado." Lucas 15:11-32. 

viernes, 17 de mayo de 2019

En éstos momentos de aflicción nacional por la burla de los impíos

En estos días de aflicción en nuestro país, cuando pareciera que el malo y el impío hacen a su antojo, oprimiendo al inocente y premiando el oprobio, es cuando recordamos con alegría y consuelo las  hermosas palabras  del gran profeta Habacuc. 

El Señor nuestro Dios nos traiga a la  memoria el gozo de ésta salvación tan grande!!!

"Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales;  Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.  Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. Habacuc 3:17‭-‬19

viernes, 22 de marzo de 2019

⚜️🟡Nuestro Único Consuelo en esta Vida⚜️🟡

⚜️🟡¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?⚜️🟡

⚜️🟡Catecismo de Heidelberg⚜️🟡 Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, no me pertenezco a mí mismo, sino a mi fiel Salvador Jesucristo, 

⚜️🟡que me libró del poder del diablo, 

⚜️🟡satisfaciendo enteramente con preciosa sangre por todos mis pecados, 

⚜️🟡y me guarda de tal manera que sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer, 

⚜️🟡antes es necesario que todas las cosas sirvan para mi salvación. 

⚜️🟡Por eso también me asegura, por su Espíritu Santo, la vida eterna, 

⚜️🟡y me hace pronto y aparejado para vivir en adelante según su santa voluntad.

⚜️🟡Romanos 14:8⚜️🟡 "Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos."

⚜️🟡1 Corintios 6:19⚜️🟡 ""¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?"

⚜️🟡1 Corintios 3:23⚜️🟡 "y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios."

⚜️🟡Tito 2:14⚜️🟡 "quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras."

miércoles, 20 de marzo de 2019

Las Puertas del Hades no prevalecerán contra la esposa del Cordero



"Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." Mateo 16:18. A pesar del temor por las circunstancias que se viven a diario en nuestra sociedad, confiemos enteramente en nuestro Salvador Jesucristo quien lucha cada día en medio de éste terrible mundo de maldad, para llevar a cabo su obra. El Señor, como Poderoso Gigante, impondrá su voluntad por encima de todas las argucias de hombres que aún permanecen en la oscuridad, nuestro Dios se burlará de ellos, porque las puertas del Hades, jamás prevalecerán contra la Iglesia, la esposa del Señor. (...) Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Efesios 5:23 (RVR1960)










"No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio." Éxodo 20:13‭-‬16

lunes, 11 de marzo de 2019

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos






"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas." Deuteronomio 6:4‭-‬9

domingo, 10 de marzo de 2019

Somos hijos pródigos de nuestro Padre Dios



"También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado." Lucas 15:11-32

🌊☁️¿Si no soy creyente en Jesús, pero continuamente hago buenas obras, Dios las contará a mi favor para salvación o para el juicio venidero? 🌊☁️

🌊☁️ No. la única obra que Dios acepta para salvación, es la obra de Cristo en la cruz, y para salvación el Señor nos manda a confiar en esa...